Contigo---Huachito Rico---Contigo
Éramos sencillamente grandes cuando fuimos al Santuario a “dar una vuelta” para contarnos una ronda de secretos. Yo hablé lo mismo que venía hablando desde hace un año, nos sentamos en el pasto verdecito y tú prendiste un cigarro para complacerte y de paso prendiste tus deseos de contarme…y me dijiste tanto, me convidaste a tu vida posible y yo te quise acompañar para que nunca más estuviésemos solos ni tú ni yo. Cómplices de caminos cercanos, yo puedo dejar mi camino un rato para caminar contigo el tuyo. Creo que esa tarde de Santuario nos transformamos: dejamos de ser los vecinos- amigos y nos convertimos en amigos- vecinos y entonces comencé a contemplarte como todo un hombre, ya no un niño que se enojaba cuando le tiraban el pelo, sino que todo un gran tipo; grande porque te hiciste el más valiente de mi mundo, el más fuerte y él que seguro me sabe sostener mejor. Desde ahí mi amor fue indudable, te atrape porque sé que no debo dejar irte lejos. Eres la voz que quiero escuchar cuando este vieja y quiera acordarme de la Valeria y su tontera, de la Nepi y su parche en el ojo o su miedo a los aviones (y a todo), eres la luz que más necesita mi camino…y no me gustan las palabras grandes porque siento que tienden a adornar la verdad pero esta vez no adornan nada…son simples, justas y necesarias.
A veces me cuesta entender que ya no eres un niño pero no te preocupes apenas entiendo que yo no soy una niña…
Te amo por esto y un poco más….gracias por entenderme y por los minutos en Internet :)