Del por qué llegar: Homenaje a todos los que llegan y llegarán (Para mi amiga Paula...)
A veces una invitación certera y otras veces una invitación que no es propiamente tuya sino que de un amigo, vecino o hermano, pero no importa igual es un motivo para llegar.
De vez en cuando te pueden faltar pantalones o las chalas viejas se te pueden hacer tira y entonces llegas compras y te vas; o en su defecto llegas compras y te quedas allí probándote cuanto trapo hallas.
Quizás un olor rico de la comida de la casa del frente o del lado o un vecino (a) “más o menos” que tiene su buena guitarra y sonrisa y siempre le sobra tiempo.
A veces una enfermedad o varias te pueden hacer llegar y, dependiendo de si éstas inscrito en FONASA o ISAPRE debes esperar más en la primera alternativa y mucho menos en la segunda alternativa.
De pronto estudiante con prueba, clase entretenida o simplemente asistencia obligatoria son buenas causas para llegar. Avanzado el tiempo, tal vez un profesional que cumple con su rol y llega puntual o impuntualmente dependiendo del apego a las sábanas que tenga.
Y cuando la vorágine del tiempo vence tus ganas de hacer, una escapadita de la mente y el cuerpo es un buen pretexto para llegar y volver más lento el tiempo y la respiración y de paso puede que la sangre vuelva a circular sin prisa.
Otras tantas veces extrañar una voz, un gesto, un abrazo o unas risotadas te pueden hacer llegar y robarle al tiempo un pedazo para quedarte allí más de lo que debes.
Y en una escena de complicidad llegar sabiendo que te están esperando, teniendo conciencia que esos momentos son de a dos y de a dos no más. Y que puedes construir un par de cosas buenas en un lapsus de no más de cuatro horas por que tu compañero es uno de esos que son buenos, pacientes, enamorados y con brazos inmensamente largos.
De pronto llegar sin previo aviso; llegar así no más como que no quiere la cosa y masticar chicle para hacer globos grandiosos haciendo que la guata que te sostiene se hinche hasta que de la sensación de que va a explotar. Y bueno cuando de alguna manera explota atrapar la luz y el oxigeno ajeno...acomodarse...acostumbrarse a esto de ser humano y vivir.....y llegar corpóreo - a lo que llamamos planeta tierra- para quedarse aquí siempre.
De vez en cuando te pueden faltar pantalones o las chalas viejas se te pueden hacer tira y entonces llegas compras y te vas; o en su defecto llegas compras y te quedas allí probándote cuanto trapo hallas.
Quizás un olor rico de la comida de la casa del frente o del lado o un vecino (a) “más o menos” que tiene su buena guitarra y sonrisa y siempre le sobra tiempo.
A veces una enfermedad o varias te pueden hacer llegar y, dependiendo de si éstas inscrito en FONASA o ISAPRE debes esperar más en la primera alternativa y mucho menos en la segunda alternativa.
De pronto estudiante con prueba, clase entretenida o simplemente asistencia obligatoria son buenas causas para llegar. Avanzado el tiempo, tal vez un profesional que cumple con su rol y llega puntual o impuntualmente dependiendo del apego a las sábanas que tenga.
Y cuando la vorágine del tiempo vence tus ganas de hacer, una escapadita de la mente y el cuerpo es un buen pretexto para llegar y volver más lento el tiempo y la respiración y de paso puede que la sangre vuelva a circular sin prisa.
Otras tantas veces extrañar una voz, un gesto, un abrazo o unas risotadas te pueden hacer llegar y robarle al tiempo un pedazo para quedarte allí más de lo que debes.
Y en una escena de complicidad llegar sabiendo que te están esperando, teniendo conciencia que esos momentos son de a dos y de a dos no más. Y que puedes construir un par de cosas buenas en un lapsus de no más de cuatro horas por que tu compañero es uno de esos que son buenos, pacientes, enamorados y con brazos inmensamente largos.
De pronto llegar sin previo aviso; llegar así no más como que no quiere la cosa y masticar chicle para hacer globos grandiosos haciendo que la guata que te sostiene se hinche hasta que de la sensación de que va a explotar. Y bueno cuando de alguna manera explota atrapar la luz y el oxigeno ajeno...acomodarse...acostumbrarse a esto de ser humano y vivir.....y llegar corpóreo - a lo que llamamos planeta tierra- para quedarse aquí siempre.